Eduardo A. Esquivel R.
Todo indica que el problema mas serio que va a enfrentar Panamá, y el resto del mundo, a corto plazo, va a ser el problema alimentario (incluida el agua). Total que el problema de la inseguridad y la delincuencia es solo una consecuencia de los desajustes graves socio-económicos del sistema derivado de este mismo problema, ya que las personas, en casos extremos, pueden vivir sin comodidades modernas, sin viviendas, sin educación, y hasta sin salud, pero nunca sin comida y agua.
Siempre he pensado que uno de los países en que este problema podría ser resuelto con mas facilidad es Panamá, ya que su población es relativamente pequeña y la producción de alimentos para poco mas de 3 millones de personas no debería ser un problema. Hemos visto como China ha enfrentado el problema de la alimentación de más de 3 mil millones de personas con un éxito razonable debido a que el estado tiene una política económica y agrícola de acuerdo a su realidad.
Actualmente el problema de Panamá parece ser el seguimiento de políticas económicas y agrícolas alejadas de la realidad nacional, basadas en el obsoleto concepto del siglo pasado de la economía de servicios y relegar el agro a un segundo plano. En un mundo en crisis económica y de producción de alimentos, los servicios y otras actividades como el turismo pasan a planos secundarios. El país debe asegurar su autosuficiencia alimenticia en un grupo básico de alimentos, de manera que el pueblo pueda tener comida sin necesidad de importar ningún producto.
Vemos que el principal obstáculo para esto es que en Panamá, por motivos de especulación turística y comercial, las tierras se cotizan a precios exagerados, lo que hace que los agricultores vendan sus tierras, dejen de producir, y la producción agrícola es cada vez menor. Cada vez la dependencia del país de las importaciones de alimentos es mayor. Y cada vez los precios de los alimentos importados es mayor, inclusive algunos países exportadores de granos como el arroz y maíz están dejando de exportar, para poder abastecerse internamente y evitar problemas socio-políticos graves. Actualmente, los únicos que se benefician de las importaciones de alimentos son las empresas intermediarias importadoras que especulan con estos. El aumento desbocado de la canasta básica alimenticia es la mejor prueba de ello.
La única forma de evitar este problema en Panamá es adoptando una política estricta de zonificación de actividades de producción. Es decir, que por ley, las áreas designadas como agrícolas o ganaderas, no puedan ser vendidas o usadas para otros fines. La ley también debe asegurar que estas tierras se mantengan en producción y evitar que se abandonen o sean ociosas.
Si no se toman medidas urgentes en este sentido, en Panamá nos encontraremos pronto en la situación de que habrá dos clases sociales: las que no tienen suficiente dinero para comprar comida y las que tienen mucho dinero pero no habrá comida que comprar. De alli en adelante, no habra gobierno y solo regira la ley de la selva.
Todo indica que el problema mas serio que va a enfrentar Panamá, y el resto del mundo, a corto plazo, va a ser el problema alimentario (incluida el agua). Total que el problema de la inseguridad y la delincuencia es solo una consecuencia de los desajustes graves socio-económicos del sistema derivado de este mismo problema, ya que las personas, en casos extremos, pueden vivir sin comodidades modernas, sin viviendas, sin educación, y hasta sin salud, pero nunca sin comida y agua.
Siempre he pensado que uno de los países en que este problema podría ser resuelto con mas facilidad es Panamá, ya que su población es relativamente pequeña y la producción de alimentos para poco mas de 3 millones de personas no debería ser un problema. Hemos visto como China ha enfrentado el problema de la alimentación de más de 3 mil millones de personas con un éxito razonable debido a que el estado tiene una política económica y agrícola de acuerdo a su realidad.
Actualmente el problema de Panamá parece ser el seguimiento de políticas económicas y agrícolas alejadas de la realidad nacional, basadas en el obsoleto concepto del siglo pasado de la economía de servicios y relegar el agro a un segundo plano. En un mundo en crisis económica y de producción de alimentos, los servicios y otras actividades como el turismo pasan a planos secundarios. El país debe asegurar su autosuficiencia alimenticia en un grupo básico de alimentos, de manera que el pueblo pueda tener comida sin necesidad de importar ningún producto.
Vemos que el principal obstáculo para esto es que en Panamá, por motivos de especulación turística y comercial, las tierras se cotizan a precios exagerados, lo que hace que los agricultores vendan sus tierras, dejen de producir, y la producción agrícola es cada vez menor. Cada vez la dependencia del país de las importaciones de alimentos es mayor. Y cada vez los precios de los alimentos importados es mayor, inclusive algunos países exportadores de granos como el arroz y maíz están dejando de exportar, para poder abastecerse internamente y evitar problemas socio-políticos graves. Actualmente, los únicos que se benefician de las importaciones de alimentos son las empresas intermediarias importadoras que especulan con estos. El aumento desbocado de la canasta básica alimenticia es la mejor prueba de ello.
La única forma de evitar este problema en Panamá es adoptando una política estricta de zonificación de actividades de producción. Es decir, que por ley, las áreas designadas como agrícolas o ganaderas, no puedan ser vendidas o usadas para otros fines. La ley también debe asegurar que estas tierras se mantengan en producción y evitar que se abandonen o sean ociosas.
Si no se toman medidas urgentes en este sentido, en Panamá nos encontraremos pronto en la situación de que habrá dos clases sociales: las que no tienen suficiente dinero para comprar comida y las que tienen mucho dinero pero no habrá comida que comprar. De alli en adelante, no habra gobierno y solo regira la ley de la selva.
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